jueves, 26 de mayo de 2016

BUCENANDO EN TV

El amplio buceo televisivo del torneo corto, nos mete invariablemente a la reflexión, aunque en el espacio mismo uno vaya ubicando detalles que antes no habían sido estudiados, quizá por la rutina o porque el devenir de un partido incluía a los favoritos locales, donde hoy día todo es soledad, porque no hay anuncios concretos, sólo reina el consabido afán de la rumorología y desde luego, las no siempre sanas especulaciones, que solamente embriagan las ya de por sí desoladas ilusiones de los fans laguneros.
A la distancia, solamente la admiración, sobre todo por los Rayados regios, por la reiterada capacidad de sus jugadores de tan alto nivel técnico como Cardona, Pabón, Funes Mori, Cardozo, Sánchez y Gargano. Con un banco donde aguardan otros estelares, conformando un plantel rico en personal de alta condición, competente y competitivo y es ahí cuando sorprende la realidad que no puede ser ocultada; mientras Santos se deshizo de sus astros, los cuadros regios los incrementaron y se fue haciendo la diferencia.
Se reflexiona también en el hecho del mérito de Elvis Zubeldía, qure sin conocer el medio nacional, ni a su plantel, tomó la estafeta y se encaminó a un trabajo irregular pero que lo llevó al objetivo básico, aunque al final se haya caído. Fue demasiado porque en realidad llegó y se le dijo "esto es lo que hay" así que tuvo que ir conociendo a todos sobre la marcha y a soportar un entorno que no le fue muy benigno desde el arranque, acostumbrado a la protesta abierta, muy argentinizada, que le valió algunas expulsiones.
Todos saben desde ahora que la situación ha cambiado, con la FMF y los dueños favoreciendo la exportación de jugadores y de nuevo limitando los accesos a los nativos con muchos naturalizados, el futbol mexicano debe caminar sobre otros zapatos, porque se trata de contar con elementos que de verdad sean mejores que los nuestros para solventar su estadía, no cartuchos quemados o personal que se facilite por costos. La ola es tan creciente que hay cuadros que juegan con 6, 7 no nacidos en México y otros tantos en el banco. A ese paso el avance será más lento, aún cuando se pugne por "evolución del espectáculo" y se acuerde por un número.
Encontrar la calidad no es sencillo, se precisa de la inversión para conseguir las piezas apetecidas y no estar buscando entre fierros calientes o coches usados y botas viejas. Para que Santos de verdad sea competente de primer nivel necesita volver a la élite con verdaderos valores de calidad reconocida, que en el mercado mexicano están perfectamente identificados pero que son costosos. Lo bueno cuesta.
Para que la ilusión de la gente no se desborde, para que regrese la identidad del equipo entre su afición, Santos debe hacer varios movimientos espectaculares, especiales, significativos, no tan sólo en la conformación del elenco, lo cual es vital, sino también dentro de los factores que rodean al espectáculo para que la fanaticada regrese y transforme semejante escenario que es el TSM, con acceso a mejores precios de ingreso, de insumos, con otro horario, con incentivos varios dejando la rigidez totalitaria de estos años, que se ve claramente al no consultar a la gente por el nuevo mote del estadio, que parece "Templo de las dudas".

Arcadiotm@hotmail.com

martes, 17 de mayo de 2016

EL SABOR A CENIZAS

Con la ausencia y huída de la consistencia futbolera, Santos ha ido perdiendo la identidad y en el ejercicio de sobrevivencia y de necesidad mira cómo disminuye el carácter sobresaliente, los temores se nutren y va impregnando, las acciones a la baja de una decisiva inestabilidad emocional del pueblo verdiblanco.
Nadie duda de la belleza y funcionalidad del TSM. Su modernidad, amplitud y estética, nos permite ver el juego desde cualquier ángulo, con notoria claridad y si bien el escenario embelleció, el marco no está al nivel de la brillantez del cuadro, pues el equipo se deshizo de sus estrellas y en la renovación se agotó el talento.

La serie con Pachuca evidenció dos caras reveladoras. Una, cuando no hubo el lleno que sí apareció en todo el resto de los frentes del torneo corto. Tal evento se produce porque la gente común, por más que pueda soñarlo, no tiene acceso por los precios tan altos en insumos y boletaje, mucho más en estas instancias. Por si fuera poco el equipo ratificó en la cancha su escaso nivel de calidad.
 
A la vuelta, aparecieron el corazón, la voluntad y el deseo de los obreros de Elvis Zubeldía pero son destellos de una personalidad de lucha y esfuerzo honestos, desprovistos del oro brillante del talento, el que todo lo cambia, el que todo lo puede. A las buenas actitudes hay que sumarle buenas aptitudes.

Tuzos se complicó por no saber manejar el partido y por cansarse de fallar ante el arco y no tanto por el agobio lagunero que siempre fue desordenado, al pelotazo o dependiendo de acciones individuales, lo cual es resultante común de toda la campaña, donde se han visto claramente las falencias y limitantes.

Acostumbrado a vivir en el mundo de la protesta y la falta de autocrítica, como buen argentino, que todo derivan al mundo de las circunstancias, huyendo de realidades evidentes y tal vez pensando que todo su auditorio no tiene educación o manera de reflexionar sobre futbol, Zubeldía debe tener ya buen aprendizaje del medio y sobre todo de su entorno local, que espera no promesas, sino realidades.

Santos ante todo debe definir su situación ante su gente y si desea mayor compañía, deberá revisar los precios de todo en TSM, pugnar por cambiar su horario de partido pero sobre todo pensar en las piezas que incrustará al elenco, ahora tan pobre y con jugadores que ya no darán más o que nunca rindieron y verlo con el convencimiento de un estudio previo, que compitan como verdaderos refuerzos. Si no hay recursos, si vendrán sólo jugadores de medio pelo es bueno decirlo claramente para que la gente sepa que estará otra campaña con sabor de cenizas en la boca y para que incendie desde ya, todo el campo de sus ilusiones.
Arcadiotm@hotmail.com

miércoles, 11 de mayo de 2016

LA SEDUCCIÓN DEL MIEDO

La realidad siempre asalta a la ficción y entorpece el sueño esperanzado, porque el futbol exige se le atienda con esmero y no permite cauce para la ligereza y alegría. Es solamente una fina llamarada de dragón, que señala un nuevo destino, sin reparar que el pueblo santista tenga o no la llave de los sueños.
Se quiera o no, se es el lugar siete y ya. El torneo corto ya respira encima de nosotros y debemos cambiarle el color a la ilusión, blindada esta vez con algunos rezos, incluso, ya en el mismo "Templo de las dudas", poco antes del primero y esperemos no único, partido de la fiesta estelar, donde disfrutar antes del ánimo de la gente es grande, porque es pueblo que se ilusiona fácilmente, que ríe en las adversidades y sabe que mostrarse fuerte atrae el auxilio de los Dioses.
Zubeldía es un buen hombre y un técnico que tiene su mérito. Ha calificado a un grupo de obreros del futbol, a jugadores que de cuando en cuando destapan sus esencias, que no son pocas pero que suelen ser demasiado irregulares, como Calderón que una noche conduce al equipo con claridad y toque de privilegio y que luego desaparece con el mismo tono de su piel. O su capitán, que se hace expulsar en forma ridícula, cuando debe ser ejemplo de control y mesura.
Ha luchado el DT por ubicar a Ulises y Rabello, par de jóvenes con empeines de seda fina pero que carecen de vigor anímico para mostrarse tal cual y se limitan a dos o tres lances en pinceladas. O Rentería, equipado con turbo para derrocar cualquier zaga por habilidad, velocidad o fiereza pero que suele activar el rol de estrella del rock en pleno partido y olvidar su vital protagonismo. Si ellos supieran lo que espera el gentío de su genio, parecerían apenados todo el día.
El equipo tiene potencial, como ha dicho su presidente; es cierto, sin embargo tiene la obligación de mostrar mucho más de lo que ofreció en los últimos dos partidos, con el joven Abella ocupando la banda de vez en cuando pero fallando siempre en sus centros, que van pasados o detrás del arco y encima, descuidando mucho su marca en balones altos o dejando espacio por no arriesgar el físico.
Hacen falta garra e inteligencia, como si se tratara de una cruzada personal, porque sus fans no quieren vivir a la sombra de un sueño, ni miradas vírgenes sobre realidades nuevas, ni quiere estar desempolvando la nostalgia a golpe del presente activo. Quiere enfrentar sus miedos con dignidad y con esperanza plena en que se puede convertir todo lo que parece normal, en un arte.
La gente lagunera, ojos de gacela, frente despejada, estará vigilante y quiere continuidad en el esfuerzo, porque el futbol es el espejo de su deseada felicidad.
Alejandro Tovar
Arcadiotm@hotmail.com

LOS REFLEJOS DE SU CARA

El poder es una droga y la vida humana, un delirio. Escribir es como dirigirse de forma directa con amigos imaginarios, no como si fuera una cruzada personal, sino porque de alguna forma cuando se logra una verdadera conexión de emisor y receptor, el relato va tomándose como pretexto para establecer una relación amistosa que vive en el aire y permanece mientras el periodista consigue hilvanar ideas que estimulen o que cultiven la nostalgia.
Uno debe comprender que el seguidor santista, muchas veces toma el rol que corresponde a un delantero que acompaña al fantasma de la incertidumbre, cabalgan juntos y suelen mirarse a los ojos en cada tiro de esquina, entre los empujones, insultos y resistencia al tedio. Tienen la frente despejada y un aire de gitanos cuando se observan, en mutuo respeto. Sin palabras, sólo alguna sonrisa.
Sabemos que si la mente no consigue desequilibrarse para crear, entonces se desequilibra por no crear, por lo tanto al agitado fan lagunero no le quedan caminos con alternativas, sino una sola carretera en línea recta, con algunos mensajes en el camino donde aparecen los claros anuncios de "no ilusionarse mucho, es malo para la salud", "si tiene esperanzas, procure encender también una que otra veladora" y sobre todo esa de "no busque vendedores de nostalgias".
Es cierto, aunque Santos ha conseguido en estos tiempos historias cuya alegría perduran y han forjado etapas que suben el volumen de orgullo, todos sabemos que llega a esta nueva cita envuelto entre los humos fantasmales de la duda, porque de todos los invitados al torneo corto, es quien posee menos adeptos mediáticos, que llegó con un control orientado de bailarín y no ha contado con un apoyo delirante, sino que ha sido visto con ciertas reservas.
Es un equipo de obreros. Su joven técnico se enfunda en los jeans que Elvis le envidia cuando se asoma al TSM e insiste en su fórmula de trabajo, estudio y perseverancia, sabedor de que su plantel no tiene astros, solo jugadores convencionales, salvo el atingente Molina y el felino Marchesín, que son tan valerosos y desafiantes cuando aciertan que cuando se equivocan.
Este grupo suele defenderse como Carlomagno en tierras de la Vasconia pero depende mucho del nivel de ánimo que lleven los inconsistentes. Si Zubeldía consigue que un movimiento mágico los saque de su vida fantasmal, podremos esperar una expresión de inteligencia y apasionamiento, que borre la idea de que trabaja el doble para marcar un gol, por falta de ideas y claridad. Su gente desea verlos destapar sus ocultas esencias, que no son pocas. Futbol, cabeza y corazón.
Arcadiotm@hotmail.com