jueves, 7 de julio de 2016

MAQUINAS DE NOSTALGIA

Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en una zona de confort, donde el único sonido que escuchan es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de sus propia cara.

Sin embargo, en el tiempo de la tecnología y modernidad, uno buscaría que la cultura mediática estuviese cada día más ligada hacia los que se fueron, que con el tiempo lográsemos comunicarnos con ellos, sin necesidad de irnos también los que ahora quedamos sufriendo en este mundo convulsionado.

La Cuarta Ola de Alvin Toffler (1928-2016) nos instala en un entorno inteligente donde los sujetos estamos arribando de a poco a un mundo de transhumanismo, como secuela de la información que llega con la tecnología acelerada y sin freno, restringidos por limitaciones biológicas, físicas, mentales, intelectuales y espirituales y seremos transformados, no solamente el mundo.

Si la computadora realiza nuestro poder mental y ese tal entorno inteligente puede cambiar la química de nuestros cerebros, ojalá que los microprocesadores y microcomputadoras que predijo Toffler llegarán para dominarlo todo lleven consigo un detalle que nos lleve al mundo de la juventud extrema para andar jugando en los llanos de Lerdo, futbol de pobres, con botines usados, pelota prestada y colores disparejos con los viejos amigos de la prepa y perseguir muchachas los domingos en la plaza, con tres cervezas encima y tacos dorados para cerrar la semana.

Toffler solo predijo futuro. Se olvidó de la nostalgia.

arcadiotm@hotmail.com